miércoles, 17 de junio de 2009

VOTO BLANCO: VAMOS HACIÉNDONOS MENSOS SALE.
Me parece un poco feo titular esto así, pero la verdad es que, por más que he querido entender esta postura, me sigo resistiendo a pensar que es un acto de rebeldía política o de insurrección social. Entiendo el hastío que muchos sienten en relación con el actuar de nuestros gobernantes y de lo espantosa que está hoy en día la política en nuestro país. La acción de votar en blanco o de anular el voto se me hace tan poco inteligente, tan poco cívica y responsable. Entiendo que el voto blanco no representa un fin en sí mismo, pero la verdad es que lo que se espera obtener de ello es poco menos que imposible. Con muchos o pocos votos, habrá un ganador al que no le va a importar si fueron millones los que lo eligieron o si su triunfo fue resultado del voto blanco. Es cierto, necesitamos una reforma que obligue al cumplimiento de las formidables promesas de campaña en tiempo y forma. Esto es lo más democrático, me parece. Y para eso debemos de trabajar mucho los que tenemos la oportunidad de expresarnos en los medios de comunicación. Dudo mucho que el voto blanco logre una reforma tal. Invito a que pensemos bien el asunto: la Democracia requiere de nuestra particpación con responsabilidad, de nuestro juicio en conciencia, no de viscerales acciones que nos lleven a caminos inciertos. Demos pasos firmes hacia adelante no seamos cangrejos. López Obrador propone hacer una "cochinada democrática" en Iztapalapa haciendo que los votos por un candidato sean inservibles para él y le den el triunfo a otro, se está desvirtuando el poder de nuestro voto y eso es un grande peligro. Hubo mucha gente que derramó su sangre y entregó su vida para que tú pudieras votar: y resulta que como no te gustan las opciones, no votas, vaya. No seamos otro López Obrador, hagamos que nuestro voto valga y sea efectivo cambiando las cosas en la acción no en la omisión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario