martes, 2 de junio de 2009

¿Cómo llegué hasta aquí?
En uno de esos momentos en que caminaba y ya no sentía las piedras que pisaba, pensé que tal vez ya no estaba caminando hasta que me dí cuenta que lo maltrecho de mis pies me impedía sentir mi andar. Fue entonces que, sorprendido de lo fácil que fue dejar de sentir, decidí abrir las cayocidades de mis pies para volver a estremecerme con el duro andar en el camino. Así decidí hacer un cambio radical en mi vida: por que no basta con seguir el camino sino que es necesario seguir sintiéndolo, cuando lo contrario sucede, caminar no tiene sentido, cada paso se vuelve estéril. Yo quiero que mis pasos den vida y me hagan sentir vivo. Hoy busco la luz: la oscuridad, ya la conocí y no me conquistó. Ahora camino sintiendo mis pasos y buscando las luces de esta ronda, buscando mi propia Vía Lucis. No me asusta sentir la aspereza a cada paso, me espanta no sentirla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario